ELECCIONES EN TURQUÍA ESTE DOMINGO
La Generación Z apuesta por un futuro sin Erdogan
Los jóvenes representan el 20 por ciento del electorado y, este domingo, 5 millones votarán por primera vez
Las encuestas apuntan a una victoria ajustada de la oposición a Erdogan en primera vuelta
Partidarios de Kemal Kilicdaroglu, candidato presidencial de la principal alianza opositora de Turquía, asisten a un mitin en Estambul
«Votaré por alguien que trate por igual a turcos, kurdos, alevíes, árabes… y que sea capaz de llevar a cabo las reformas profundas que necesita nuestro sistema político y económico. Necesitamos un cambio y lo necesitamos ya», opina Esin Anis. Licenciada en Económicas por ... la universidad de Mardin, trabaja como camarera en una cafetería de Diyarbakir, al este del país, pero ni con su sueldo de refuerzo la familia es capaz de llegar a fin de mes. Esin está dentro de la llamada Generación Z, los nacidos alrededor del año 2000 que suman unos 13 millones de los más de 64 millones de votantes y que desde que nacieron sólo han conocido la Turquía de Recep Tayyip Erdogan.
El voto de estos jóvenes será uno de los factores clave en las elecciones presidenciales y parlamentarias que Turquía celebra este fin de semana. Representan casi un 20 por ciento del electorado y entre ellos hay unos 5 millones que acudirán por primera vez a las urnas.
La crisis económica que sufre el país, con la inflación ahora en un 44 por ciento, golpea de lleno a este sector de la población en el que el nivel de desempleo ronda el 25 por ciento, según las estadísticas oficiales.
«Estoy agotado y solo pienso en emigrar, empezar una nueva vida en Alemania porque aquí no hay futuro», dice con tristeza Rohat, quien ha montado junto a sus dos hermanos la primera escuela de ajedrez de Diyarbakir. Tienen una veintena de alumnos, todos menores de 20 años, y procuran no hablar de política para centrarse en los tableros. Sin embargo, «es algo que no te puedes quitar de la cabeza, es hora de acabar con la dictadura y el fascismo de Erdogan. Quizás Kilicdaroglu no sea la mejor solución, pero es complicado que empeore nuestra vida», afirma Rohat.
Milennials leales a las redes
Desde su llegada al poder Erdogan ha tratado de islamizar la educación a través de una potente red de escuelas religiosas a nivel nacional. Su objetivo era crear una «generación piadosa» de turcos nacionalistas leales al conservador Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP), pero el resultado son milennials que, como en el resto del mundo, son nativos digitales cuya lealtad apunta a sus teléfonos móviles y redes sociales.
En las zonas urbanas es donde más evidente resulta el peso de esta generación ajena al control casi absoluto de los medios tradicionales por parte del AKP ya que ellos ni ven la televisión, ni leen la prensa. Según una reciente encuesta del centro de estudios estratégicos alemán Konrad Adenauer Stiftung (KAS), el 62,5 por ciento de los jóvenes de este grupo de edad está «insatisfecho» con el Gobierno y apostará por el cambio.
Los sondeos presentan una pugna ajustada entre Erdogan, de 69 años, y Kilicdaroglu, de 74, aunque dan a este una ligera ventaja que podría bastarle incluso para ganar en primera vuelta. El presidente ha centrado su campaña en los grandes avances en materia militar, pero su rival no ha dejado de enviar mensajes a los jóvenes para prometer mayor libertad y medidas para mejorar el ingreso en el mercado laboral.
«Vamos a tener cambio al ciento por cien, no hay dudas de la victoria de Kilicdaroglu. Por la libertad y por el futuro, se acabó la era Erdogan», dice Burak en el puerto de Kadikoy, uno de los feudos del Partido Republicano del Pueblo (CHP) en Estambul.
La alegría se mezcla con la incertidumbre que genera la reacción de un presidente que ya ha ganado en nueve ocasiones a Kilicdaroglu y que ha advertido en las últimas horas de que «no dejaremos ensombrecer nuestra democracia y, si es necesario, protegeremos nuestra independencia y futuro con nuestras vidas, como sucedió la noche del 15 de julio». Estas palabras se han interpretado como una amenaza de Erdogan a no reconocer su hipotética derrota, al comparar los comicios con el golpe militar de 2016. En Kadikoy se preparan para una gran fiesta la noche del domingo, una fiesta que llevan esperando dos décadas.